MUJERES EN LA HISTORIA
LILIA
LITVIAK Y LAS BRUJAS DE LA NOCHE
Durante las dos grandes guerras del siglo XX el papel de las mujeres no sólo fue el de cuidadoras, enfermeras u operarias de fábricas, hubo una minoría que se embarcó en otro tipo de desventuras. Me llama la atención sobre todas ellas Lilia Litviak.
Lídiya Vladímirovna Litviak (Moscú, 1921-Donestk, 1943), más conocida como Lidia o Lilia Litviak, «la rosa blanca de Stalingrado».
Lilia formo parte del que fue el único regimiento de cazas aéreo cien por cien
femenino de la Segunda Guerra Mundial. Se convirtió en la más famosa y
reconocida piloto de la historia de la URSS. Ello fue debido a que se unieron
varios elementos en torno a la persona de Lilia Litviak, que la llevaron a pasar
a la historia mundial de la aviación y de la lucha contra el nazismo: la
situación de la mujer en la URSS en los años 30, la personalidad y las
circunstancias de esta chica, la II Guerra Mundial y el contexto social y económico
de la URSS; factores estos que iremos viendo.
Lidia Litviak |
El contexto. La mujer en la URSS y la personalidad de Lilia.
En
los años 30 del siglo XX en la Unión Soviética existió una gran
admiración por la aviación, proliferaban muchos clubes de vuelo civiles a los
que muchos/as jóvenes se apuntaban con entusiasmo, había una concepción de la
aviación en algunas regiones soviéticas como la que pudiéramos tener
actualmente de algún deporte rey en cualquier país. Muchas jóvenes se apuntaban
a dichos clubes y eran admiradoras de Marina Raskova, la heroína de la
URSS que había conseguido volar como navegante de norte a sur y de este a oeste
el país más extenso del planeta, pasando 10 días sola en las estepas de Siberia
tras un accidente, condecorada como Heroína de la URSS, el máximo galardón
oficial de este inmenso país.
Por
otra parte, el impulso económico basado en la planificación quinquenal de
Stalin, la necesidad de potenciar la economía y de superar las crisis de
racionamiento, así como el objetivo de hacer de la URSS la primera potencia
industrial del mundo, llevaron a los dirigentes a impulsar una campaña
propagandística para que la mujer hiciese todo tipo de trabajos y funciones
sociales, implicando a toda la sociedad en los proyectos soviéticos sin
distinción de género (esto ofrece una idea de que, en gran parte, el impulso
vino más por una necesidad económica del Estado que por una reflexión feminista
de los líderes del PCUS).
Si
bien la participación de la mujer en la sociedad soviética era relativamente
más activa e íntegra que en muchas democracias liberales capitalistas, no
obstante, seguían existiendo patriarcado y machismo, y el llamamiento a la
igualdad se hacía desde cánones prejuiciosos machistas aún. Era más una
propagación de la igualdad desde concepciones masculinas, guiada por hombres, y
no partiendo originariamente de un empoderamiento y auto-organización
femeninas. Aun así, a mediados de la década de los 30 del siglo XX se dio nuevo
impulso a la igualdad de género; se propagaron carteles y consignas desde las
instituciones y organismos oficiales. El OSOAVIAJIM (Asociación de Ayuda a la Defensa, la Aviación y la
Industria Química) potenció la consigna «mujeres a pilotar aviones»,
este era el organismo encargado de la formación deportiva y militar de la
juventud.
A
finales de los años 30 ninguna profesión estaba vedada a las mujeres en la URSS
y en lo que nos atañe existían ya auténticas leyendas de la aviación femenina,
era el caso de mujeres como Vera Lomako, Polina Osipenko, Valentina Grizodubova
o Marina Raskova. Osipenko, por ejemplo, pertenecía a una familia campesina de
pocos recursos, sin embargo su tesón y las posibilidades que se daban en la
URSS para inscribirse en clubes de vuelo a las mujeres, facilitaron que esta
chica saltase de ser una humilde empleada en una granja avícola a convertirse
en piloto, profesión no más digna pero sí mucho más cualificada y valorada. Con
28 años contaba con cinco marcas mundiales distintas en altitud, velocidad y
distancia, en distintos aparatos además.
En
1938 Osipenko, Valentina y Marina Raskova, se dispusieron llevar a cabo un
proyecto muy ambicioso, al que parece no prestaron demasiada atención expertos
pilotos masculinos; volar a lo largo de la URSS sin escalas, de oeste a este.
"La notable ambición de aquel nuevo proyecto dejó
sin aliento a pilotos expertos. Si la Unión Soviética ocupaba más de una sexta
parte del planeta, ellas habían resuelto recorrer casi la totalidad de su
territorio europeo y asiático, desde Moscú hasta Komsomolsk
del Amur -lo que suponía llegar casi al océano Pacífico-, en un
vuelo de seis mil kilómetros sin escalas".
Vinogradova, L.: Las brujas de la noche.
En defensa de la madre Rusia. Ed. Pasado y Presente. Barcelona, 2016.
El
vuelo estaba programado para 24 horas de duración, pero las cosas se
complicaron. Durante el vuelo el frío congeló el transmisor y el receptor,
debido a que tuvieron que subir más de lo estipulado por motivos de
inclemencias climáticas, para esquivar turbulencias y ventiscas. Tras 26 horas
de vuelo, el avión, un bombardero grande llamado Patria, comenzó
a quedarse sin combustible; se
vieron obligadas entonces a efectuar un aterrizaje forzoso, pero antes Marina
Raskova tuvo que saltar en paracaídas, pues su puesto dentro del avión estaba
demasiado cercano al morro, que sería la zona más vulnerable en el aterrizaje
forzoso que se disponían a realizar. Finalmente Marina saltó, las otras dos
chicas se salvaron en el aterrizaje. Raskova estuvo diez días sola por los
bosques de Siberia malviviendo, con tan sólo una tableta y media de chocolate,
hasta que encontró el avión en donde estaban los pilotos, médicos y todo el
cuerpo de expedición que estaba buscándola. Tras esta hazaña heroica, Marina,
recibió la condecoración de Heroína de la URSS. Estas chicas batieron un nuevo
record de permanencia sin solución de continuidad en el cielo soviético; se
hicieron famosas y las jóvenes querían parecerse a ellas.
Lilia Litviak fue
una de esas jovencitas que admiraban a estas mujeres. Natural de Moscú, era
osada, intrépida, arrojada, valiente y con pundonor, no se lo pensó dos veces y
quiso entrar en el cuerpo de cazas del regimiento exclusivamente femenino que
estaba preparando Marina Raskova para combatir al nazismo. Además Lilia era una
de esas chicas que no tenía los prejuicios propios de la mujer que nace en una
sociedad patriarcal. Por otro lado, contaba con los ingredientes típicos de la
juventud de entre 14 y 20 años; ilusión, arrojo, imprudencia, inquietudes. Con
esas edades probablemente una no teme al riesgo, aunque se sea madura y
consciente del mismo; las ganas de nuevas experiencias pueden a la prudencia,
más si se añaden los rasgos anteriormente citados y los estoicos valores
propagados e inculcados en la sociedad soviética. Su valentía, pundonor y
arrojo no eran menoscabo para ser presumida, coqueta y distinguida, como lo demostró
arreglándose su propio uniforme con los complementos que consideraba oportuno o
pintando un lirio blanco en su caza. Dicho lirio hacía alusión a su nombre, que
en ruso significaba lirio, este desde lejos era percibido como una rosa, de ahí el sobrenombre «la rosa blanca de Stalingrado», batalla ésta en la que se hizo famosa.
Una mujer que buscaba la originalidad y el toque personal en todo momento y que
se ganó más de una reprimenda por no respetar las normas de uniformización y
estandarización castrenses. La mirada de Lilia, como se puede comprobar en sus
fotos, era segura, profunda, desafiante, penetrante, como un cuchillo, y estoica.
«En la parte alta de la
palanca tenía grabadas las iniciales LL de Lilia Litviak, que rayó con un
cuchillo un día que estaba de guardia. Sobre el panel de instrumentos había
escrito del mismo modo «mamá». Los pedales de la carlinga estaban separados del
suelo tanto como era posible, porque ella era muy bajita».
Vinogradova,
L.: Las brujas de la noche. En defensa de la madre Rusia. Ed.
Pasado y Presente. Barcelona, 2016.
Lilia y sus compañeras
Nacida
en Moscú, Lilia, se inscribió con 14 años en un club de vuelo. A los 15 pilotó por
primera vez, a los 16 obtuvo su carnet de piloto deportivo y con 19 años ya era
instructora. Cuando Lilia se enteró de que la comandante Marina Raskova había
recibido autorización directa de Stalin para crear el primer escuadrón femenino
militar de las fuerzas aéreas soviéticas, no dudo en ofrecerse voluntaria. Para
poder ser admitida en el regimiento de cazas Lilia exageró el número de horas
de vuelo, finalmente fue admitida, a pesar de que Raskova se percató de ello;
la admiración hacia el arrojo de esta mujer llevó a Raskova a incluirla a pesar
de todo.
Lilia y su caza |
Estas
chicas tras unos meses de formación e instrucción en un aeródromo de Engels, donde
fueron trasladadas desde Moscú, fueron separadas a los pocos meses, unas fueron
al regimiento de grandes bombarderos, otras a bombarderos semiligeros nocturnos, otras a
cazas; aquí empezó a destacar nuestra protagonista, Lilia, en el
586º regimiento femenino de cazas.
Lilia, como otras muchachas, llevó a cabo sus primeras
misiones en la retaguardia, en Sarátov, en el verano de 1942, tras una larga y
paciente espera; espera debida, por un lado, a la necesidad de instruir a
mujeres tan jóvenes, muchos temían por sus vidas al ser chiquillas, y, por
otro, a causa del machismo imperante y el menosprecio de sus capacidades y
aptitudes. Es por ello que, tras meses de instrucción y cientos de horas de
vuelo, consiguieron las pilotos de caza emplearse en las primeras misiones en
Sarátov, en labores de retaguardia. Aunque su ansia e ilusión por estar a la
vanguardia, en el frente, les hacía frustrarse no pocas veces y maldecir a sus superiores por menospreciar sus aptitudes por motivos de género. Esto da una idea
del arrojo de estas jóvenes.
En
septiembre de 1942 Lilia, junto con su amiga y compañera Katia, seis compañeras
piloto y otras mujeres de tierra, fue adscrita a una unidad masculina, que paso
a ser mixta, ahora sí en Stalingrado, la zona más conflictiva; participando así
en la liberación de la ciudad. El ardor guerrero, la gallardía y la entereza de
estas mujeres les llevaban, en lugar de amedrentarse o angustiarse a medida que
se acercaban al frente, a sentir orgullo y alegría de servir fraternalmente a
su pueblo contra la ocupación nazi.
Las grandes victorias de Lilia
Fue
en Stalingrado donde Lilia empezó a destacar, derribando sus dos primeras
«presas nazis». Una de estas victorias fue de las dos más sonadas de su
trayectoria, el derribo del Messerschmidt que pilotaba el as de la aviación
nazi Edwin Maier, condecorado con tres cruces de hierro y con once victorias a
sus espaldas. Este piloto logró salvar su vida lanzándose en paracaídas, siendo
atrapado como prisionero. Maier pidió ver a quien lo había derribado, su
sorpresa fue mayúscula al comprobar que había sido una niña menuda de 20 años.
Algunas grandes batallas de Lilia y sus compañeras.
Fuente: elaboración propia mediante Google Earth
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Otra
de las grandes victorias de Lilia fue en mayo de 1943 estando ya en una unidad
de élite, el 9º regimiento de cazas de la Guardia. Se presentó voluntaria para
derribar un globo de observación artillera protegido con poderosas baterías
antiaéreas. Estos globos se usaban para indicar a la artillería los blancos a
los que atacar de manera más precisa. Era peligroso acercarse a ellos para
derribarlos por su protección antiaérea y su cercanía al frente alemán. Lilia
decidió cometer un acto de imprudencia y heroicidad para poder destruirlo, ya
muchos otros pilotos masculinos habían fracasado en el intento. La maniobra era
casi kamikaze; Lilia decidió atacarlo por detrás, es decir tuvo que recorrer
decenas de kilómetros bordeando la línea de frente y esquivando las baterías
antiaéreas alemanas, finalmente logró su objetivo de forma inconmensurable
destruyendo el globo.
La mecánica de Lilia afirmaba lo siguiente:
«Algunas veces, los hombres pilotaban el mismo avión
que Lídiya, porque había pocos aparatos disponibles. Lídiya era muy pequeña y
bajita y cada vez que los chicos volaban en su avión, yo tenía que ajustar los
pedales del timón, y luego ajustarlos de nuevo cuando Lídiya iba a pilotar. Mis
amigos me decían que yo siempre estaba con las piernas en alto, porque tenía que
meterme de cabeza a la cabina para corregir los pedales».
Inna Pasportnikova, mecánica de Lídiya, en A. Noggle y
C. White: Un Baile con la Muerte: aviadoras soviéticas en la Segunda
Guerra Mundial.
Pero
Lilia consiguió muchísimas más victorias, se atestiguan un total de 16 hasta su
muerte, algunas en solitario, contra todo pronóstico y superando en su estilo a
veteranos pilotos tanto soviéticos como alemanes. Esta chica, además, parecía
tener una parte íntima e independiente en el combate, que se puso de manifiesto
sobre todo tras la muerte de Salomatin, piloto con el que tuvo un romance.
Desde entonces Lilia se mostró con más ira, si cabe, y más aguerrida, estando
herida emocionalmente, no temiendo encarar
por libre muchas batallas. Alcanzó una fama, respeto y admiración inigualables,
siendo condecorada con la Orden de la Bandera Roja, la Orden de la Estrella
Roja, la Doble Orden de la Guerra Patriótica y Heroína de la URSS (aunque esto
ocurrió ya en 1990 como veremos), también desempeñó el cargo de comandante del
tercer Escuadrón, 73ª IAP de la Guardia Roja y fue subteniente de un grupo de
élite de Cazadores por libre (en esta unidad dos pilotos de gran capacidad se elevaban para buscar blancos
enemigos siguiendo su propio criterio). Esta chica combatió en las dos grandes
batallas de la II Guerra Mundial del frente oriental, Stalingrado y Kursk,
además de en otras. Fue precisamente en Kursk, tras la liberación de
Stalingrado, donde perdió su vida.
Todo el reconocimiento que esta muchacha tuvo en vida, sin
embargo, fue olvidado en gran parte tras su muerte debido a las draconianas políticas
estalinistas de considerar posibles traidoras a las desaparecidas durante la
guerra. Esta política consistía en que aquellos que habían sido tomados
prisioneros o habían desaparecido durante un tiempo pasaban a formar parte de
un fichero de sospechosos por posible traición, ya que se deducía que podían haber facilitado
información al enemigo si éste les había sometido a torturas. De este modo no
pocos soldados soviéticos se vieron en la tesitura de que pasaban de ser
prisioneros de los alemanes a luego ser prisioneros durante un tiempo en su
propio país, por el que luchaban. Así algunos eran internados en campos de
trabajo y sometidos a una especie de rehabilitación, de la que no todos salían
airosos.
Lilia llevó a cabo su última misión en Kursk el 1 de agosto
de 1943, en la cuarta salida de la jornada, mientras escoltaba a otros aviones
hacia el frente. Fueron atacados por sorpresa y con el sol en contra por cazas
alemanes. Lilia fue alcanzada, según sus compañeros cayó sin saltar en paracaídas, lo que hace
pensar que la hirieron de muerte in situ.
La buscaron pero no dieron con ella, fue entonces cuando se aplicaron las
directrices estalinistas de considerarla una posible traidora, a pesar de que
los informes de su regimiento reflejaban que había sido posiblemente herida de
muerte. La conmoción por la muerte de Lilia fue mayúscula, más si se considera
la consternación debido al trato que le dio el gobierno soviético al asunto.
Lilia fue en parte olvidada, pero su mecánica Inna Pasportnikova se lanzó
durante 36 años a su búsqueda. En 1979 por fin se identificó el cadáver de
Lilia en Donetsk y en 1990 fue condecorada con el máximo galardón del Estado,
Heroína de la Unión Soviética, gracias a la lucha de su mecánica y de otros
colaboradores. Actualmente Lilia posee un monumento en su honor en Krasnyi Luch
(Ucrania).
Victorias de Lilia Litviak:
Fecha | Lugar | Enemigo derribado | Pilotando | Unidad | En solitario | Confirmado |
---|---|---|---|---|---|---|
13.09.1942 | Stalingrado | Bombardero Junkers Ju 88 o Heinkel He 111 | Lavochkin La-5 | 437 IAP | No | Sí |
♠ Caza Messerschmitt Bf 109G pilotado por el as Erwin Maier (triple Cruz de Hierro) | Lavochkin La-5 | 437 IAP | Sí | Sí | ||
27.09.1942 | Stalingrado | Bombardero Junkers Ju 88 | Lavochkin La-5 | 437 IAP | Sí | Sí |
Caza Messerschmitt Bf 109 | Lavochkin La-5 | 437 IAP | No | Sí | ||
01.03.1943 | Frente Oriental | Avión de ataque Junkers Ju 87 Stuka | Yakovlev Yak 1b | 9 GvIAP | Sí | Sí |
Caza Focke-Wulf Fw 190 | Yakovlev Yak 1b | 9 GvIAP | No | Sí | ||
22.03.1943 | Rostov del Don | Bombardero Junkers Ju 88 | Yakovlev Yak 1b | 9 GvIAP | Sí | Sí |
Caza Messerschmitt Bf 109 | Yakovlev Yak 1b | 9 GvIAP | Sí | Sí | ||
05.05.1943 | Frente Oriental | Caza Messerschmitt Bf 109 | Yakovlev Yak 1b | 9 GvIAP | Sí | Sí |
07.05.1943 | Frente Oriental | Caza Messerschmitt Bf 109 | Yakovlev Yak 1b | 9 GvIAP | Sí | Sí |
31.05.1943 | Frente Oriental | Globo de observación artillera protegido por densos cinturones de Flak antiaérea | Yakovlev Yak 1b | 9 GvIAP | Sí | Sí |
16.07.1943 | Frente Oriental | ♠ Caza Messerschmitt Bf 109 "con un As de Picas pintado en el fuselaje" | Yakovlev Yak 1b | 3–73 GvIAP | Sí | Sí |
19.07.1943 | Frente Oriental | Caza Messerschmitt Bf 109 | Yakovlev Yak 1b | 3–73 GvIAP | Sí | Sí |
31.07.1943 | Donetsk | Caza Messerschmitt Bf 109 | Yakovlev Yak 1b | 3–73 GvIAP | Sí | Sí |
Caza Messerschmitt Bf 109 | Yakovlev Yak 1b | 3–73 GvIAP | Sí | Sí | ||
01.08.1943 | Donetsk | Caza Messerschmitt Bf 109 | Yakovlev Yak 1b | 3–73 GvIAP | No | No |
01.08.1943 | Donetsk | Desaparecida tras ser derribada por 4 cazas Messerschmitt Bf 109 | Yakovlev Yak 1b | 3–73 GvIAP |
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADdiya_Litviak
¿Las brujas o los ángeles de la noche?
No
sólo Lilia y el regimiento 586º de cazas destacaron en la liberación de la Unión Soviética y en la victoria sobre el nazismo, hubo otros dos regimientos
de vuelo con mujeres extraordinarias que sembraron el pánico en las filas
alemanas, fundamentalmente hablamos del regimiento de grandes bombarderos 587º
y el 588º de bombarderos ligeros nocturnos. Los propios alemanes las llamaron
las brujas de la noche:
«Nos era simplemente incomprensible que los pilotos soviéticos que nos daban tantos problemas eran en realidad mujeres. Estas mujeres no le temían a nada, venían noche tras noche en sus destartalados aviones, a no dejarnos dormir».
Johannes Steinhoff, piloto de la fuerza aérea
alemana, considerado as de la aviación nazi.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Marina_Raskova
En
efecto, las bombarderas nocturnas hacían unas misiones kamikazes, las cuales
consistían habitualmente en acercarse de noche a los objetivos, cuando se
aproximaban apagaban el motor para surgir de la nada sigilosamente y lanzar los
torpedos alzando posteriormente el vuelo. Así hicieron un gran daño a los nazis, por
eso las llamaban «las brujas de la noche». Por su parte, cuando los cazas
derribaban a sus contrincantes a veces usaban la tela de los paracaídas
de los nazis para hacerse ropa interior femenina, ya que rara vez les dieron
ropa interior a estas mujeres, algo totalmente vejatorio. De este modo
combatían el machismo soviético y el nazi, desacreditando a la luftwaffe (fuerza
aérea alemana); recordemos que una de las máximas de Hitler era que la mujer
debía estar sometida a las tres K (Kínder -niños-, Kuche -cocina-, Kirche
-iglesia-), lo que nos da una idea de la doble derrota física y moral que
sufrían los nazis cada vez que eran atacados por ellas. Pero si para los
alemanes fueron las brujas, para el resto del mundo y para su pueblo fueron
ángeles de la noche.
Las principales aeronaves que gobernaron estas mujeres:
Las principales aeronaves que gobernaron estas mujeres:
Yavkolev. Yak-1. Con este avión Lilia
alcanzó grandes victorias |
La-5. Con este modelo Lilia derrotó a los
primeros aviones de la Luftwaffe
|
Bombardero pesado |
Bombardero semiligero, muy usado por "las brujas de la noche" |
Estas
mujeres demostraron al mundo, a la patria de los soviets y a los nazis, que
estaban empoderadas y se enfrentaron con sus actitudes y su forma natural de ser al patriarcado soviético, al tiempo que
combatieron a los nazis, demostrando así que sin feminismo (feminismo del
que ellas aún no eran conscientes ideológicamente aunque en muchos de
sus actos lo practicasen) no sería posible la liberación de sus pueblos, ni
sería realizable el socialismo. Conscientes o no de esta reflexión, lo hicieron,
y eso es lo extraordinario de esta historia. Lo ordinario o lo normal debería
haber sido no asombrarse de que la mujer pilotase aviones igual que cualquier
hombre, es el matiz que debe quedar claro de este episodio. No pocas veces
resaltamos aptitudes de mujeres desde una óptica patriarcal (como si fuera
algo extraordinario a las fuerzas de la naturaleza que una mujer pueda hacer lo mismo que un hombre) cuando esto no
es asombroso en sí, lo lastimosamente asombroso es que sus coetáneos se escandalizaran
de que pudieran hacerlo.
Mujeres piloto |
Pero, independientemente de esta idolatría ciega hacia su líder, su lucha fue legítima, heroica y de dominio público: repeler la invasión de las hordas nazis que intentaban aplastar a su pueblo, a sus familias, a sus padres y hermanos, porque siendo tan jóvenes ni tan siquiera tenían hijos aún; ni les interesaba. Sus vidas estaban llenas de otras inquietudes mucho más ambiciosas, aunque muchas tuviesen intención de procrear: el amor por la aviación, la defensa de su pueblo, aprender y crecer en la sociedad profesionalmente y no ser una mera mujer-objeto para procrear, sin más ambición que criar: «vivir sin un objetivo (y no se refería al objetivo de procrear precisamente) carece totalmente de sentido», afirmaba Masha Dólina.
Bibliografía
Vinogradova, L.: Las brujas de la noche.
En defensa de la madre Rusia. Ed. Pasado y Presente. Barcelona, 2016.
A. Noggle y C.
White: Un Baile con la Muerte: aviadoras soviéticas en la Segunda
Guerra Mundial.
Enlaces de prensa y páginas web
http://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2016/04/12/570cd9c1e5fdea5f4f8b457a.html
https://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADdiya_Litviak
http://wio.ru/aces/gal-f.htm
http://soviet-awards.com/digest/litvyak/litvyak1.htm
https://despuesdelhipopotamo.com/2016/09/06/brujas-noche-pilotos-stalin-nachthexen/
Enlaces de vídeos
https://www.youtube.com/watch?v=TDWfgbOxECA
https://www.youtube.com/watch?v=w1ogph2KHA0
https://www.youtube.com/watch?v=o178cOWFNEc
https://www.youtube.com/watch?v=nL4m_yPgNGA
Autor. Francisco González Oslé. Profesor de Geografía e Historia.