viernes, 22 de febrero de 2013

La Historia como ciencia. Un gran problema

La historia como ciencia. Un gran problema.


El presente artículo, no es tanto de carácter científico, como otros que acostumbro, sino más bien de opinión. No por ello lo he concebido netamente así, sino que he intentado darle una argumentación que fundamente y apoye la causa de manera rigurosa.

El tema es muy arriesgado y ya ha sido tratado por muchos pensadores e historiadores desde el siglo XIX. De hecho muchos grandes historiadores de referencia como Pierre Vilar, Tuñón de Lara, Hobsbawm, Josep Fontana y escuelas como Annales o el nuevo marxismo han conseguido hacer de la historia una auténtica ciencia social, superando viejos paradigmas y prejuicios provenientes del marxismo soviético, del positivismo y del neopositivismo actual.

La cuestión a tratar supone un intento por cambiar la visión que tiene la mayoría de la sociedad de la historia. Sin duda lo que aquí abordo no es tajante, pero aún así he intentado lo más coherentemente posible abordar la cuestión.

"Siempre he soñado con un <<tratado de Historia>>>. Pues encuentro irritante ver en las estanterías de nuestras bibliotecas tantos <<tratados>> de sociología, de economía, de politología, de antropología, pero ninguno de Historia, como si el conocimiento histórico, que es condición de todos los demás, ya que toda sociedad está situada en el tiempo, fuera incapaz de constituirse en ciencia."
Pierre Vilar; Iniciación al vocabulario del análisis histórico. 

¿Qué es la Historia? ¿Puede considerarse una ciencia?. Unos hablan de carrera de letras, otros de ciencia humana o de ciencia social. Puede haber tantas respuestas a esta pregunta como escuelas o formas de entender y fabricar la historia puedan existir.

En fin, como sucede en tantas carreras y disciplinas de ciencias sociales o "letras", los planes de estudio se preocupan de explicar las técnicas, los hechos, pero ponen menor énfasis en la metodología. Las asignaturas de metodología no solo escaseaban en los planes de estudio de los años 90 y 2000 sino que ni tan siquiera se hacían talleres o prácticas en condiciones para aplicar un buen método a determinadas preguntas.

En primer lugar, por lo tanto, debemos dejar constancia de que la historia entendemos que es y debe ser una ciencia, y en muchos casos no parece serlo, pero tampoco lo era la astronomía hace tres o cuatro siglos y lo acabó siendo. La división entre ciencias y letras surgió, al fin y al cabo, posteriormente al Humanismo del siglo XVI, cuando los "Studia Humanitatis" eran un conjunto de estudios polifacéticos en donde se abordaban muchas disciplinas. Posteriormente y, sobre todo a partir de los siglos XVIII y XIX se produjo la gran división entre ciencias y letras, encumbrando a unas y restándole importancia a otras progresivamente, hasta la actualidad.

Pero, antes de continuar, detengámonos para ver que nos dice wikipedia y la RAE al respecto de la palabra ciencia:

La ciencia (del latín scientĭa 'conocimiento') es el conjunto de conocimientos sistemáticamente estructurados, y susceptibles de ser articulados unos con otros. La ciencia surge de la obtención del conocimiento mediante la observación de patrones regulares, de razonamientos y de experimentación en ámbitos específicos, a partir de los cuales se generan preguntas, se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y sistemas metódicamente organizados.
La ciencia utiliza diferentes métodos y técnicas para la adquisición y organización de conocimientos sobre la estructura de un conjunto de hechos suficientemente objetivos y accesibles a varios observadores, además de basarse en un criterio de verdad y una corrección permanente. La aplicación de esos métodos y conocimientos conduce a la generación de más conocimiento objetivo en forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a hechos observables pasados, presentes y futuros. Con frecuencia esas predicciones pueden formularse mediante razonamientos y estructurarse como reglas o leyes generales, que dan cuenta del comportamiento de un sistema y predicen cómo actuará dicho sistema en determinadas circunstancias.
Wikipedia.


"ciencia
(Del lat. scientĭa).

1. f. Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.

2. f. Saber o erudición. Tener mucha, o poca, ciencia. Ser un pozo de ciencia. Hombre de ciencia y virtud.

3. f. Habilidad, maestría, conjunto de conocimientos en cualquier cosa. La ciencia del caco, del palaciego, del hombre vividor.

4. f. pl. Conjunto de conocimientos relativos a las ciencias exactas, fisicoquímicas y naturales. Facultad de Ciencias, a diferencia de Facultad de Letras".
Real Academia Española 


Como vemos el concepto es ambiguo, pero quizás lo que más define ciencia a groso modo, en la sociedad actual, popularmente es el término exactitud . Se consideran ciencias puras vulgarmente aquellas que se consideran exactas o que tienen un alto grado de predicción de futuro. Es decir, aquellas que a través del conocimiento y descubrimiento de las leyes que rigen su objeto de estudio son capaces de aplicar ese conocimiento para hacer diagnósticos presentes y futuros con un pequeño margen de error y con una gran exactitud. He aquí el quid de la cuestión. En efecto, la historia no es una ciencia exacta puesto que puede presentar un margen de inexactitud ciertamente elevado para pronosticar el futuro e incluso a veces para demostrar sucesos Pero cuidado otras disciplinas que se consideran ciencias como la medicina, presentan un alto margen de error también. A su vez aquellas otras ciencias exactas como la física, la astronomía, hasta hace relativamente poco no lo eran, ya que el concepto de ciencia es mas reciente de lo que pueda parecer:

Según la wikipedia como hemos visto: La ciencia (del latín scientĭa 'conocimiento') es el conjunto de conocimientos sistemáticamente estructurados, y susceptibles de ser articulados unos con otros. La ciencia surge de la obtención del conocimiento mediante la observación de patrones regulares, de razonamientos y de experimentación en ámbitos específicos, a partir de los cuales se generan preguntas, se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y sistemas metódicamente organizados. La RAE nos comenta en su primera definición: 1. f. Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.

En la historia a través de un buen método podemos realizar todo esto que se nos emite en estas definiciones. Podemos establecer un conjunto de conocimientos, quizás no tan sistemáticos o mecánicos, pero sí muchos que son susceptibles de cuantificar y cualificar, podemos razonar los sucesos, los datos estadísticos que usamos son cuantificables evidentemente, podemos establecer gráficas demográficas, económicas, cruzar datos de estructuras sociales y su relación con el medio ambiente, la geografía, etc. Examinamos estructuras de todo tipo: mentales, institucionales, económicas, demográficas.  A su vez, podemos observar patrones que se repiten y que dan lugar a resultados parecidos o similares. También experimentamos en ámbitos específicos, buscando una hipótesis, deducimos, elaboramos teorías y concluimos con que podemos emplear elementos demostrables que conllevan a "patrones que se repite", "ciclos", para definir aquellos procesos o coyunturas que se reproducen en muchos casos, adoptando distintas formas y dando lugar luego a unos resultados más o menos previsibles, pero no exactos ni similares.

Podemos poner como ejemplo las tres grandes depresiones del capitalismo: 1873, 1929 y 2009. Si bien en sus aspectos sui géneris difieren muchos aspectos en otros no y dan resultados parecidos en los comportamientos sociales y políticos y en las consecuencias.

Es decir la Historia, a través de un buen método, es capaz de explicar con una gran rigurosidad por qué suceden acontecimientos presentes y, hasta cierto punto, qué podría suceder si confluyen determinados factores en una sociedad: factores demográficos, económicos, ideológicos, jurídicos, tecnológicos. ¿Acaso las dos primeras guerras mundiales no han sido previsibles hasta cierto punto por analistas de la época? ¿o la situación actual de crisis de la civilización occidental capitalista no era cuando menos vislumbrable?.

Pero más importante que empeñarse en intentar dilucidar exactamente el futuro es probablemente atajar los males presentes para evitar que se repitan situaciones que ya vivimos en el pasado y de las que debemos aprender para mejorar la humanidad, el mundo y la sociedad en la que vivimos. Ahí entra la importancia humana y humanista de la historia, y la historia como ciencia social y el historiador y sus disciplinas auxiliares, como el médico y la medicina intentan con un paciente, deberían ser los que diagnosticasen el remedio para que los males no se repitan y para sanar al paciente que es nuestra sociedad y su relación con la naturaleza.  La historia desde esta perspectiva debería considerarse una ciencia, social pero ciencia, puesto que si no aprendemos a superar determinadas situaciones que se producen, sobre todo en nuestra interacción con el medio físico y entre nosotros mismos, y que son susceptibles de analizar y remediar a través de un método, continuarán produciéndose situaciones críticas y debacles.

Pues bien, llegados a este punto, nos preguntamos si las denominadas ciencias puras han ido evolucionando hasta la actualidad y hasta conseguir un alto grado de respeto y confianza por parte de la sociedad, por qué no termina la sociedad a nivel general tener ese concepto de la la historia, cuando ya se emplean método científicos y rigurosos por determinadas escuelas. La respuesta podría ser que la historia como ciencia no ha podido avanzar durante los últimos dos siglos como otras ciencias todo lo que debería. Esto es debido a que han predominado en la formación de la mayor parte de historiadores y, por ende, de sus investigaciones, escuelas y métodos arcaicos, estancos y obsoletos, los cuales aun siendo así se siguen empleando en muchas universidades e investigaciones académicas (todas estas escuelas y métodos, exceptuando algunas tendencias más recientes, fueron objeto de un pequeño trabajo personal, Las principales escuelas, que también tenéis a vuestra disposición en mi blog, es por ello que no volveré a analizar aquí: http://fgoslehistoria.blogspot.com.es/2013/01/las-principales-escuelas.html).

Estas escuelas, que han ido surgiendo a lo largo de los últimos siglos, responden a unos poderes fácticos imperantes y se formaron bajo procesos históricos determinados en que predominaban determinados intereses ideológicos y socioeconómicos. Estas tendencias han predominado, sobre todo en España en el último siglo, sobre otros métodos de hacer historia mucho más científicos, pero que podían suponer un peligro ya que llevaban al conocimiento esencial y radical de muchos problemas y tramas sociales actuales y pasadas; produciéndose así una confluencia y una dialéctica de intereses.

A mediados del siglo XIX F. Engels y K. Marx elaboran un método, con el empleo a su vez de ciencias auxiliares como la antropología, sociología, economía, etc. El denominado "materialismo histórico-dialéctico". Intentaban así hacer de la historia una ciencia total, más exacta, incluyendo una serie de parámetros, no tan encaminados a descubrir el futuro, como piensan muchos investigadores, fruto de malinterpretaciones sesgadas y simplistas, sino como a explicar la dinámica de las sociedades humanas y los acontecimientos que en ellas se suceden y podrían sucederse. No abordaré aquí en que consiste el método materialista y dialéctico, pero sí he de decir que constituye uno de los intentos primeros y más completos de hacer de la historia una ciencia rigurosa. No obstante, este método ha sido y debe ser revisado y criticado constantemente desde los medios actuales a nuestro alcance y conocimientos que poseemos para completarlo y mejorarlo.

A partir de los años 60 del siglo XX la escuela annales, de origen francés (Marc Bloch, F. Braudel) intentaría una nueva colaboración entre las distintas ciencias sociales, haciendo frente al estancamiento que había sufrido el método marxista en la URSS. Historiadores marxistas, posteriores al marxismo catequista y dogmático de la URSS, mejoraron estas tendencias y enriquecieron el método ensamblando mucho mejor las distintas disciplinas que confluyen en la historia. Actualizando el método materialista y adaptándolo a realidades más actuales, o enriqueciéndolo con nuevas tendencias y técnicas. Aquí son de estacar historiadores como Hobsbawm o P. Vilar.



Por lo tanto, concluyendo y arriesgándome a título personal deberíamos entender la historia como una ciencia social que estudia la dinámica, permanencia y dialéctica de las sociedades humanas. Analizando todas sus estructuras, factores y estableciendo nexos de concatenación entre ellas. Partiendo de esta premisa,  sacar conclusiones sobre nuestros problemas actuales y pasados. Estudiar los parámetros que confluyendo dan lugar a una serie de dinámicas y acontecimientos. De este modo mostrar como el la humanidad, como sujeto histórico, puede dar soluciones interviniendo en gran parte y en el momento adecuado y cuando confluyen determinadas circunstancias en el objeto histórico en el que se integra; al igual que un médico estudia la anatomía y fisiología humanas para dar solución a los males del cuerpo humano. Para ello la historia deberá contar con otras disciplinas sociales.

Muy a groso modo y en forma de ejemplo; el crecimiento demográfico producido a finales del siglo XVIII en Inglaterra hubiera quedado en un mero desarrollo lento y quizás hubiera caído a posteriori, como había ocurrido antaño en siglos atrás. Sin embargo, vino acompañado de una confluencia de factores, revolución tecnológica, revolución agrícola, mejoras técnicas, mejoras en la medicina, y una larga interrelación de factores que acabó en una espiral que nos llevó a la eclosión de las sociedad capitalista. Si tan sólo uno de esos factores no se hubiese dado, el capitalismo no hubiera surgido en Inglaterra, ni en ese momento. Se deben estudiar todos esos elementos para concluir como surge el capitalismo en Inglaterra, por lo tanto. 


Ejemplos como este hay muchos y se hace necesario el empleo de ciencias en auxilio de la historia, como la estadística aplicada a la demografía o a la economía, sin la que es imposible sacar conclusiones, la geografía también es crucial. El historiador debe utilizar el nivel cuantitativo y el cualitativo. Esto no supone olvidarse del contenido subjetivo y humano de la disciplina. Que aún haya algún historiador que se limite a narrar hechos con explicaciones burdas  y recurriendo a relaciones causa efectos simples y directas y estancas no es culpa de la historia como ciencia sino de escuelas que se resisten a aceptar esto. Ya es la habilidad y el criterio del lector las que deberán dilucidar la ciencia de lo que es otra cosa .


Pero el método científico racional y revolucionario es el que debe predominar sobre el oscurantismo y el anquilosamiento en el statu quo. El absolutismo reaccionó hace dos siglos ante la revolución liberal progresista, científica, racional, ilustrada y capitalista. Pero la revolución liberal capitalista y científica se tornó, y se torna, conservadora y absolutista frente a nuevas fuerzas transformadoras, en estas fuerzas transformadoras y progresistas la historia debe estar. Historia, ciencia y revolución son una misma dinámica constante de progreso, o acaso Galileo y otros tantos científicos no fueron revolucionarios en su época y finalmente considerados herejes y sediciosos. La ciencia es progreso y revolución y como tal la historia.





Francisco González Oslé.


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